Zaragoza, 1903 – 1993

Vicenta Esponera Andrés nació el 11 de abril de 1903 en Zaragoza. Era hija de Pascual Esponera Ortiz de Urbina y María de la Concepción Andrés Palomar, naturales también de Zaragoza. El matrimonio tuvo diez hijos; eran una familia acomodada y muy religiosa. En ese ambiente creció Vicenta, que dedicó su vida a la religión. En la fotografía que acompaña a su hoja de estudios de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza aparece vistiendo el hábito de monja. En la labor de investigación en el Archivo Universitario, curiosamente, la mayoría de las mujeres estudiantes de Ciencias que han aparecido eran religiosas. Este hecho llama la atención dadas las pocas mujeres que estudiaban estas disciplinas en aquella época, circunstancia que no ocurre en otras carreras. En su caso, Esponera Andrés pertenece a la primera generación de tituladas en Ciencias Exactas por la Universidad de Zaragoza.

Comenzó su formación en la Escuela Profesional de Comercio de Zaragoza. Tras verificar el 1 de junio de 1917 el examen de ingreso en la escuela, estudió la carrera de Perito Mercantil, hasta finalizarla en 1920. Lo hizo de manera no oficial, preparando las asignaturas privadamente. A pesar de ello sus calificaciones fueron excelentes: diecinueve sobresalientes con seis matrículas de honor, cinco notables y un aprobado (en Práctica Mercantil) de veinticinco materias. El 20 de abril de 1921 realizó el depósito para solicitar el título de Perito Mercantil, documento que recibió al mes siguiente.

Ese mismo año continuó cursando de forma privada las asignaturas del grado medio de comercio, organizado según el Real Decreto de 16 de abril de 1915, o Plan de 1915. Estos estudios «medios» permitían optar a la titulación de Profesor Mercantil y se dividían en tres cursos. Superados por Esponera Andrés los dos primeros entre 1920 y 1922, el plan de estudios fue modificado por real decreto en agosto de 1922, de manera que el título de Profesor Mercantil pasó a ser considerado grado profesional o técnico y a realizarse solamente en dos cursos, en vez de en tres. Este hecho resulta significativo en su caso, puesto que no le hizo falta realizar el tercer curso para culminar los estudios, aunque se matriculó en tres asignaturas del nuevo Plan. En la documentación no se menciona la expedición del título de Profesor Mercantil, si bien superó los exámenes de todas las materias. Además, sus calificaciones volvieron a destacar: doce sobresalientes con cinco matrículas de honor, siete notables y cuatro aprobados. A los veinte años Esponera Andrés hablaba tres idiomas: inglés, francés y alemán, y contaba con estudios mercantiles de grado profesional.

En septiembre de 1931 aprobó el Bachiller universitario de Ciencias en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Zaragoza y se matriculó en la Facultad de Ciencias de la Universidad. En dos cursos académicos, entre 1931 y 1933, estudió como alumna de enseñanza libre las asignaturas correspondientes a la sección de Ciencias Exactas, actual grado en Matemáticas. Geometría y Trigonometría, Cosmografía, Mecánica Racional, Análisis Matemático, Física Experimental, Geometría Descriptiva y Analítica o Astronomía Esférica eran algunas de las materias que se enseñaban. Sus calificaciones fueron excelentes: cinco matrículas de honor de ocho sobresalientes, cinco notables y un aprobado.

El 20 de octubre de 1933 fue expedido su título. De esta forma tan brillante se convirtió en una de las primeras licenciadas en Ciencias Exactas por la Universidad de Zaragoza, una carrera en la que se matriculaban muy pocas mujeres, pues prevalecía la elección de Químicas sobre Física o Exactas. Además, la mayoría de estudiantes que optaban por estas últimas eran monjas, debido a las necesidades de profesorado que tenían los colegios religiosos privados. Ese fue también el caso de Carolina Jiménez Butigieg, religiosa de la Compañía de Santa Teresa de Jesús que completó la carrera de Ciencias Exactas en 1934, por lo que puede ser considerada otra de las pioneras en Matemáticas de la Universidad.

Después de la Guerra Civil, entre 1939 y 1940 se matriculó en la Escuela Normal del Magisterio Primario de Zaragoza, con intención de obtener el título de Maestra de primera enseñanza. Aprobó las doce asignaturas con buenas calificaciones y realizó las prácticas en la Escuela Nacional Graduada, aneja a la Normal de Maestras, donde las estudiantes llevaban a cabo el periodo de prácticas bajo la supervisión de su directora, Ana Mayayo y Salvo. Entonces, Esponera Andrés ya formaba parte de la congregación Escolapias de Aragón.

Las últimas noticias documentadas que se conservan sobre su trayectoria como estudiante son las Prácticas de Enseñanza que realizó en el Colegio Calasanz de las Madres Escolapias de Zaragoza, entre el 5 de marzo y el 15 de julio de 1940. Vicenta Esponera Andrés dedicó casi veinte años de su vida a formarse en diferentes disciplinas –Comercio, Matemáticas y Magisterio– que más tarde transmitió en su labor docente. En sus clases hacía hincapié en la importancia de la formación científica, por lo que sus alumnas cultivaron la vocación de estudiar Ciencias. Entre 1931 y 1959 estuvo destinada como profesora en el Colegio Calasanz de Zaragoza, centro que dirigió durante varios años. A partir de 1959 y hasta 1983 fue docente en los colegios de Andéraz, Navarra, y Logroño. Falleció en 1993 en Zaragoza.

Autora biografía: Patricia Díez Calvo

MIQUEO, C., y BLÁZQUEZ ORNAT, I. (eds.), Modernas, cultas y profesionales. Mujeres del siglo XX tituladas en la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2020.

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