Villafranca, Navarra, 1903 – México D. F., 1948

Natural de Villafranca, localidad de la provincia de Navarra, Lorenza Julia Álvarez Resano nació el 10 de agosto de 1903. El matrimonio entre Francisco Álvarez Bretos y Nemesia Resano Navarro tuvo tres hijas, Leonor, María del Carmen y Lorenza Julia, y un hijo, Miguel. El padre era el «encargado de la presa de la Comunidad de riego de Villafranca, Milagro, Cadreita y demás» y su madre estaba «dedicada a las labores de su sexo».

Álvarez Resano se tituló en la Escuela Normal de Maestras de Pamplona en 1921; fue una persona interesada en defender un modelo pedagógico igualitario, progresista y laico. Trabajó en varias escuelas de Navarra, País Vasco y Aragón, tras haber aprobado las oposiciones con el número uno de su promoción.

Estudió en Pamplona el Bachiller, en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Navarra. Lo terminó en septiembre de 1926 y el título fue expedido por el rectorado de Zaragoza un año después. En ese momento se encontraba residiendo en Echevarría, Vizcaya, y ejercía como Maestra Nacional.

En el curso 1926-1927 se matriculó de manera no oficial en los estudios preparatorios de la Facultad de Derecho de Zaragoza y en los años siguientes completó la licenciatura. A pesar de que en abril de 1930 matriculó las últimas asignaturas, no tramitó el título hasta tres años más tarde. Obtuvo el «grado de licenciado» en Derecho el 22 de agosto de 1933, acogiéndose al Real Decreto de 10 de marzo de 1917 por el que se consideraba terminada la carrera al haber aprobado todas las materias del currículo académico, sin necesidad de realizar los ejercicios de reválida.

Álvarez Resano forma parte de las primeras licenciadas en Derecho por la Universidad de Zaragoza, en el periodo previo a la Guerra Civil. Completó el currículo académico a la par que Leonor Serrano Pablo, ambas en la primera mitad del año 1930. Faltan datos para saber cuál de la dos fue segunda y quién tercera, si bien compartieron el privilegio con Sara Maynar Escanilla y fueron pioneras de la profesión jurídica en el ámbito nacional.

El 16 de diciembre de 1933 se adscribió al Colegio de Abogados de Pamplona, siendo la segunda mujer en hacerlo, y el 4 de abril de 1934 se colegió también en el de Madrid. Su incursión en la política fue cada vez más intensa, ostentando algunos cargos en el partido socialista, a la vez que trabajaba en Primera Enseñanza.

En 1935 se casó con Juan Amancio Muñoz Zafra, abogado y político. Ambos resultaron elegidos en febrero de 1936 como diputados por el Frente Popular en el Congreso de los Diputados. En julio de 1937 fue nombrada gobernadora civil de la provincia de Ciudad Real por el gobierno republicano, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo y, curiosamente, en la provincia natal de Leonor Serrano Pablo. Compaginó su ejercicio profesional con un importante activismo social y feminista. Desde su posición política fue defensora de los derechos civiles, luchó para conseguir la incorporación de la mujer a cargos públicos de responsabilidad y también por los derechos de los jornaleros.

En julio de 1938 Lorenza Julia Álvarez Resano fue propuesta por el ministro de Justicia del gobierno republicano para ocupar la plaza de juez en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción del partido judicial de Alberique, localidad valenciana. Su actividad allí fue breve, pues semanas más tarde, el 3 de agosto, ocupó una plaza vacante en el Tribunal Central de Espionaje y Alta Traición de la República. Este nombramiento obviaba intencionadamente la denominación de «magistrado» aunque ese fuese su puesto. En septiembre renunció para cuidar a su marido, fallecido un mes después a causa de una grave enfermedad contraída en el frente.

El caso de Álvarez Resano es uno de los pocos ejemplos de mujeres que ejerció la judicatura durante la Guerra Civil. El gobierno republicano necesitaba cubrir de forma interina algunos cargos jurídicos, por lo que su designación fue un hecho excepcional. Posteriormente, las mujeres estuvieron formalmente excluidas de la magistratura hasta finales del siglo xx, con la llegada de la democracia al país. Todo esto sitúa a Lorenza Julia como una de las primeras juezas de la historia de España.

Fallecido su marido y con la guerra a punto de concluir, tuvo que refugiarse en Francia, desde donde continuó en activo, ya no tanto en la política (fue expulsada de su partido por desacuerdos internos), sino en la lucha a favor de los derechos de las mujeres y de los trabajadores. Su exilio la llevó hasta México, donde se trasladó junto a su madre y una de sus hermanas. Allí puso en marcha un bufete de abogadas en el que apenas pudo trabajar, puesto que falleció de una hemorragia cerebral en mayo de 1948. Contaba con tan solo cuarenta y cinco años.

Lorenza Julia Álvarez Resano fue una tenaz defensora de la democracia y de los derechos civiles y pionera en los ámbitos político y jurídico, en los que abrió camino para la mujer. Una de las salas del Parlamento de Navarra lleva su nombre en reconocimiento a su figura y trayectoria humana.

Autora biografía: Patricia Díez Calvo

MIQUEO, C., y BLÁZQUEZ ORNAT, I. (eds.), Modernas, cultas y profesionales. Mujeres del siglo XX tituladas en la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2020.

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